Este trabajo documental está basado en la propia experiencia afectiva con respecto a la convivencia de lo que parece la mayor parte de las veces una invasión de hormigas. El conocimiento de movimientos propios con respecto a la situación, una colonia activa y numerosa de hormigas, descubriendo a su vez de dónde pueden venir y hacia donde pueden dirigirse, la sorpresa, el seguirlas y observarlas para luego tratar de erradicarlas con un insecticida. Es interesante recurrir a Bergson en Las dos fuentes de la moral y la religión que para ejemplificar estados contrapuestos de conciencia humana utiliza analogías de, por un lado grupos de monos, cuando asalta la inteligencia individual y colonia de hormigas por otro, cuando la conciencia es embargada por necesidad de clase o grupo cohesionando la acción para llegar comunitariamente a colmar esa necesidad. Dice Bergson “¿No serán las ideas, en su inmutabilidad, modelos que las cosas cambiantes y movibles se limitan a imitar? ¿No serán ellas la realidad verdadera, traduciendo, por el contrario, el cambio y el movimiento la incesante e inútil tentativa de cosas casi inexistentes, que en cierto modo corren tras de sí mismas para coincidir con la inmutabilidad de la Idea?” (Bergson, 1990).